Con tan solo 11 años, José Antonio Cuipal, un joven peruano, logró destacar en el Campeonato Sudamericano de Rubik's WCA 2024, obteniendo la medalla de bronce en la categoría 2x2x2.
Este prestigioso evento de speedcubing se llevó a cabo en la Universidad Torcuato Di Tella en Buenos Aires, Argentina, y reunió a más de 300 competidores de 15 países sudamericanos, así como participantes de Estados Unidos, Rusia y República Dominicana.
José se destacó como el competidor más joven en su categoría, enfrentándose a rivales de entre 14 y 20 años, y fue el único peruano en subir al podio en la categoría 2x2x2. El formato de la competencia incluyó varias rondas con cinco intentos por participante, eliminando el mejor y el peor tiempo para calcular un promedio.
Un joven talento con un historial impresionante
José, estudiante del Colegio Saco Oliveros, no es un novato en el mundo del speedcubing. A pesar de su corta edad, ya cuenta con un impresionante palmarés de nueve medallas de oro, seis de plata y siete de bronce en diversas competencias. Además, es miembro de la World Cube Association (WCA), la organización que regula este deporte a nivel mundial.
Recientemente, José rompió un récord nacional en la categoría 2x2x2 con un tiempo de 1.52 segundos durante el campeonato Los Reyes del Cubo II en Chiclayo, demostrando su habilidad y velocidad excepcionales.
La historia del cubo Rubik y su impacto
El cubo Rubik, creado por el arquitecto húngaro Erno Rubik en 1974, ha dejado una huella indeleble en la cultura popular. Originalmente diseñado como una herramienta educativa, el cubo se convirtió en un fenómeno global en 1980, año en el que se vendieron más de 100 millones de unidades, convirtiéndolo en el juguete más vendido de la historia.
El auge de los torneos de speedcubing comenzó en la década de 2000, cuando la World Cube Association se consolidó y el término "speedcuber" empezó a ser conocido. Internet también jugó un papel crucial, permitiendo a aficionados de todo el mundo comparar sus tiempos y establecer nuevas marcas.
El éxito de José Cuipal es un ejemplo brillante de cómo el talento y la dedicación pueden llevar a logros excepcionales a una edad temprana, convirtiéndose en motivo de orgullo para todo el Perú.
