Historia de valores y superación. Escolar, hijo de un taxista que devolvió 16 mil soles a un turista el año pasado, ganó la medalla de oro para el Perú en la Olimpiada Iberoamericana de Química, en El Salvador, y una de bronce en Praga.
Héctor Rodríguez Alfaro tiene 17 años y un libro de cabecera que se llama Análisis químico cuantitativo del neoyorquino Daniel C. Harris, un texto que le ayudó a conseguir sus objetivos como triunfar en la Olimpiada Iberoamericana de Química, en El Salvador, donde obtuvo medalla de oro.
El ganador olímpico tiene dos pasiones: la química y la biología, y a ambas materias dedica la misma cantidad de horas de estudio.
En tercer grado de secundaria sintió el despertar de estas pasiones, cuando participó en su primera competencia.
"En mi colegio nos incentivan a participar en olimpiadas. La primera vez participé en química, física y biología. Me gusta mucho la química, esta ciencia puede explicar la mayoría de las cosas que se observan, el funcionamiento de los seres vivos, por ejemplo. Cada día estudio tres horas de química y tres de biología", comenta Héctor.
Una vez, previo a una competencia, estudió 10 horas de corrido, pero no es lo ideal. Ahora, como en los campeonatos hay poco tiempo para prepararse, administra mejor su tiempo y estudia por horas.
"Para prepararme tengo que dejar muchas cosas de lado, como salir con amigos y algunas distracciones; me gusta la música y tengo muchas formas para desestresarme. Por ejemplo, cuando fui a Praga, en República Checa, en la Olimpiada Internacional de Química, disfruté mucho las reuniones y fiestas previo a la competencia", cuenta.
Y fue en esta competencia mundial que Héctor Rodríguez obtuvo su primera medalla mundial (de bronce), un logro muy importante para él y su familia.
Uno de los más orgullosos con cada logro de Héctor es su padre, Carlos Rodríguez, un taxista que el año pasado hizo noticia al devolver 16 mil soles que encontró en su taxi. Ciertamente, el muchacho tiene un gran ejemplo en casa.
Don Carlos es un papá muy orgulloso, pues Héctor siempre ha sobresalido en los estudios. "Estoy orgulloso de mi hijo y muy feliz por él. Cuando me enteré de que iba a nacer yo me preparé como padre, conseguí este trabajo de taxista para tener tiempo para educarlo, darle valores, inculcarle hábitos de estudio".
Don Carlos lleva más de 20 años dedicado al servicio de taxi. Y no para, pues ya está preparando a su pequeña Andrea Belén, de 12 años.
El futuro de Héctor es visto por él y sus padres con gran entusiasmo. Y por ello ya se alistan para el 2019, para las Olimpiadas de Biología.
¿Y luego? Se concentrará en su nueva meta: la universidad, pues apunta alto y desea ganar una beca para estudiar en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos, nada menos.
"Quiero estudiar Ingeniería Petroquímica y deseo apuntar al MIT que es la mejor institución del mundo, tengo algunos amigos del colegio Saco Oliveros que fueron a buscar una beca y lo lograron (...). Por ahora quiero seguir estudiando para la próxima competencia, y a la par estudiar inglés", señala este joven que parece tener todo pensado.
Fuente: Larepublica.pe