Luis Pimentel logró ingresar en el puesto 11 a la carrera de Ingeniería Nuclear, recientemente creada este año.

Con apenas 12 años, Luis Pimentel Lyakh, superó el exigente proceso de admisión 2025-II de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), obteniendo el puesto 11 en la carrera de Ingeniería Nuclear. Su ingreso representa un hito dentro del ámbito académico peruano y pone en relieve la importancia de una preparación sólida.
El niño prodigio forma parte del grupo de ingresantes de nuestro Colegio Saco Oliveros, que continúa sumando estudiantes a las filas de la Decana de América. Luis asumió el desafío de postular a la universidad y logró su objetivo, demostrando su habilidad y dedicación.
Su preparación para la Decana de América
El reciente proceso de admisión a la UNMSM reunió a más de 29,000 postulantes, quienes compitieron por una vacante en las distintas carreras. Dentro de este grupo selecto, Pimentel destacó no solo por su corta edad, sino también por su excepcional rendimiento académico.
Como estudiante de Saco Oliveros, accedió a un sistema de enseñanza que potenció sus habilidades lógico-matemáticas y fomentó su aprendizaje autónomo. Además, contó con el respaldo de su familia y el acompañamiento de su hermana, quien lo ayudó a reforzar sus conocimientos en matemáticas y ciencias.

Luis manifestó que su interés por la Ingeniería Nuclear surgió de su pasión por la ciencia y la tecnología. Para él postular a San Marcos representó un gran reto para medir sus conocimientos y habilidades, logrando su objetivo en un corto periodo de preparación.
Próximos desafíos
La curiosidad innata de Pimentel Lyakh lo lleva a plantearse nuevos desafíos académicos y aspiraciones profesionales. Entre sus objetivos a corto plazo, contempla participar en olimpiadas internacionales de matemáticas y física, competencias en las que los estudiantes del colegio Saco Oliveros han destacado en múltiples ocasiones.
A pesar de su inclinación por la ingeniería y la investigación científica, el joven también evalúa la posibilidad de desempeñarse en la medicina. Considera que ambas disciplinas tienen el potencial de generar un impacto positivo en la sociedad. Su visita reciente al Centro Nuclear de Huarangal, donde conoció el funcionamiento de reactores nucleares y laboratorios de biología molecular, reforzó su interés por las aplicaciones de la energía nuclear en la salud y la industria.

El caso de Luis Pimentel es un claro ejemplo de cómo la dedicación, la disciplina y la excelencia educativa pueden abrir puertas inimaginables. Su historia no sólo motiva a otros jóvenes a perseguir sus sueños académicos, sino que también resalta la importancia de una formación integral que potencie al máximo las capacidades de los estudiantes.